miércoles, 22 de agosto de 2012

Por Sampieri nadie daba dos mangos.

Nottingham Prisa. 2da fecha. (Con cariño a Sampieri y con palabras de Sacheri)

La verdad es que si por Achaval nadie daba dos mangos, por Sampieri mucho menos. Y si termino atajando para nosotros en el partido contra la ´85 fue porque se sumó una cantidad descomunal de casualidades, de situaciones y de contingencias que si no se hubiesen dado, habría hecho imposible que Sampieri terminase donde terminó, es decir, defendiendo nuestro honor debajo de los tres palos.
Pero a diferencia de Achaval, nosotros bien conocíamos las cualidades arqueristicas de il portieri. Es por eso que estábamos decididos a ponerle una línea de 4 hombres delante y porque no dos tipos pegados a los palos y aguantar el partido. 
Cuando llego con su buzo y pantalón negro pensé: “La araña negra Yasin”, pero automáticamente baje la mirada y lo vi en soquetes. Me quise morir. Un tipo que te viene a atajar en soquetes a una cancha de fútbol sintético es augurio de una catástrofe, ahora cuando se paro bajo los tres palos previo al partido, no le quedaba tan mal. Automáticamente sus compañeros comenzaron a probarlo con la premisa de tirarle tiros sencillos para que agarre confianza. No hace falta que les diga qué la única que llego a tocar, le pego un puñetazo contra su propio arco. Por suerte el partido no había comenzado, pero todos temíamos lo peor.
Comenzó el partido, y estaba parejo. Es mas, merecíamos ir ganando. Pero vos viste como es esto cuando no la metes en el arco contrario, te la terminan por meter en el tuyo. Y por suerte contábamos con Sampieri, quien a pesar de complicar todo lo complicable estaba en una noche esplendida. El primer tiro de ellos habrá sido a eso de los 10 minutos. Fácil para cualquier tipo que tuviera la idea de cómo se juega a este deporte. Pero se ve que Sampieri no era el caso. Porque en lugar de abrir sencillamente loa brazos y embolsar la pelota, se arrodillo tirándose hacia delante para cortarle el paso al balón en el camino. Pobre, supongo que habría visto alguna vez un partido por la tele de su Racing querido y pretendía que lo tomásemos enserio. Lo increíble fue que calculo tan horriblemente que la pelota le exploto en el pecho y salio dispara para cualquier lado. Por suerte no fue el arco. A los 15 una serie de centros paseaban la pelota por sobre la cabeza de Sampieri que la miraba como si se tratase de un objeto extraño y hostil, difícil de catalogar. Ya a los 20 con un partido parejo pero que por el momento nos era esquivo il portieri volvió a intervenir arrojándose como una bolsa de papas sacando la pelota con la punta del dedo chico. Y a los 25 no quedo otra que ponerme de pie y aplaudir. Una contra letal, de esas que no pueden no terminar en gol. Más cuando el arquero, es este arquero. El nueve de ellos se fue mano a mano y se la quiso colocar a un palo, con tan mal pie, que la pelota le pego en el cuerpo al arquero volviéndole al delantero. Lo que esto no sabía es que Sampieri ya estaba en carrera lanzado a los pies con el fin de quedarse con la pelota. Nadie lo podía creer. Ahí estaba él, Alejo Sampieri paradito con la pelota en dos manos. El amor de Dios en infinito, pensé. Hoy no podíamos perder.
El primer tiempo termino 0 a 0. Y como la suerte, o la mala suerte, no deben ser tentadas los cambios estaban previstos. Los servicios de nuestro refuerzo improvisado no serian extendidos para la segunda parte. Volvería a ocupar su lugar habitual de 4 raspador, de poco fútbol y cero técnica. Mientras que la posición de arquero la ocuparía el 9 que puedo asegurar tenía cien veces más de idea de lo que eso se trataba.
En la segunda mitad, la diferencia en el juego por fin dio sus réditos, luego de buscarlo incansablemente llego el primer gol de la noche. Tras un tiro libre, el uno de ellos que oficio de Sampieri dio un mal rebote que le quedo servida a Schwabauer para tirarse a matar y empujar la bola al fondo de la red. Era 1 a 0 y ya estábamos hechos. Pero cuando te dan, te suelen dar en cantidad, claro para después sacarte. El segundo y el tercero fueron casi seguidos. Primero Durini, y después Diacono le darían aire mas que suficiente a Nottingham. Pero como ya dije, después de eso fue todo un caos. Parece mentira como siete tipos que se han pasado la vida jugando juntos, que se saben todas las mañas y todos los gestos, que no tocan de memoria porque no tienen, pero q se conocen hasta las pestañas, pueden convertirse en semejante manga de pelotudos en un momento como ése. Fueron los nervios. Por más que tratásemos de no pensar, la idea se te imponía. No aguantamos ni 10 minutos. Nos tiraron un contraataque que parecía el desembarco en Normandía. Cuando los vi disparados contra nuestro arco, con pelota dominada dije: “Sonamos”. Dicho y hecho. Nada que hacer para Pemán que ahora se encontraba a cargo del arco. 3 a 1 y a sacar del medio. Ya el equipo no sabía como pararlos. Todos metidos abajo rechazando lo que pasara cerca, sea pelota, jugador y lo que venga. En un momento así, uno piensa que hacer y luego de que nos metieran el segundo, incluso mas pavo que el primero, lo decidí. No es que estuviera jugando mal, ni mucho menos, pero la situación estaba dada para que ese puesto lo ocupara otro, con mas velocidad y un poco mas de información para el quite. Es por eso que lo mande a Sampieri de 9 y puse a otro de defensor. Quien sabe, quizá este tipo de metro ochenta y casi cien kilos puede aguantar una de espaldas, girar y poner un bombazo que liquide el partido mientras me aseguraba que abajo la cosa estuviera mas firme. Bueno en realidad no paso ni una ni otra, pero por suerte el empate no llego. Pemán saco todo, y lo que no saco los contrarios se encargaron de tirarlo afuera. 3 minutos de adicionados y pidiendo la hora el partido por fin termino. Nottingham sin prisa obtuvo sus primeros tres puntos y puso primera en su pelea por el título.

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