EL GOL

El otro día leí en una de las redes social, gente pidiendo por la democratización del gol y defendiendo dicha postura. La definición que le dieron al término fue la siguiente:  

“La democratización del gol es cuando un equipo de fútbol decide inconscientemente dejar a un lado la dictadura de algún autoproclamado "goleador" y otorgar ese mágico momento a cada uno de sus jugadores por igual. Dejando de marcar diferencias fuera y dentro de la cancha y compartiendo esa alegría con el equipo.”

El gol es la máxima expresión del fútbol. Es el objetivo de este juego. Podes ser el mejor jugador del mundo, pero si no convertís y haces que tu equipo gane no serás nada. ¿Alguien se imagina si Messi no hiciera goles?

Ser goleador y hacer un gol implica muchas cosas. Te hace ser responsable de la suerte de tu equipo. Hace que todo dependa de ti. Y cargar con toda esa responsabilidad a cuestas no es para cualquiera. Por eso el 9 juega de 9 y el 2 juega de 2, aunque en sus respectivas funciones dentro de la cancha una no sea mas importante que el otro.

En el momento del gol, la euforia absoluta recorre el cuerpo del marcador del tanto. En una buena tarde la alegría desborda de la humanidad de uno, mientras que en una tarde negra un gol significa el desahogo personal de la furia acumulada y por ende es algo que no se puede compartir.

Esta postura de “democratización del gol” es imposible de aplicar a un deporte tan pasional como este, porque mas allá de que se juegue en equipo uno también tiene un duelo personal. Y son estas importantes cosas las que hacen a uno y no a todos. Si el 9 mete veinte goles en un campeonato al que todos los equipos quieren es a él, no al resto del equipo.

Es por eso que yo soy un fundamentalista de la dictadura del gol. El gol es propio y de nadie mas. Se puede dedicar y festejar con los compañeros. Pero el que lo hace es uno solo y el que se gana el respeto y el cariño de los demás también. Y el día que no la pueda meter al que putearan será exclusivamente a él.