El armado de un programa.

Cuando a una persona enrolada en un grupo de amigos se le ocurre armar un programa, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quienes integraran el mismo. Una vez seleccionado el evento, pudiendo ser una reunión social o deportiva, pasaran por la cabeza del organizador, pudiéndolo anotar o no en una lista, los nombres de quienes el cree, en orden de importancia, no pueden faltar a la cita. Este nunca será develado al grupo por lo que nadie nunca conocerá su lugar de importancia en el mismo.

Si el evento es deportivo se tendrá en cuenta principalmente la calidad técnica de dicha persona para realizarlo, tomando al principio a los mas aptos y en ultima instancia a los llamados de relleno. Que debiendo completar un numero preestablecido de participantes pueden llegar a ser mas de uno llegado el caso.

Si el evento es una reunión social, pudiendo ser un asado u otros, aquí la selección estará basada en cualidades mas humanas como la afinidad entre las personas, siendo los de mayor relación al principio y los de menor al final.

Una vez decididas estas cuestiones comienza la difícil misión de convocar a estas personas. No faltara el que tenga el cumpleaños de la tía de la prima de la novia, el asado con los ex compañeros del centro de jubilados o simplemente cortar el pasto a las once de la noche. Estas dificultades llevaran muchas veces a tener que completar el programa con amigos de amigos, conocidos de amigos, familiares horripilantes de amigos e incluso a gente que ninguno conoce y que nadie sabe quien convoco.

Al comunicar el evento es imprescindible hacerlo en tono de afirmación. Este se hará si o si independientemente de que alguno no pueda. Si se comete el error de hacerlo en forma de pregunta se corre el riesgo de que nadie responda incluso hasta el mismo que lo propuso, quedando el programa en la nada misma.

Otro punto que siempre debe estar definido de antemano es el lugar donde se llevara a cabo el evento de lo contrario sucederá el mismo trágico final. 

   Si quieres que todo salga bien y sea de tu agrado nunca le dejes el armado de esto a otro.