miércoles, 11 de julio de 2012

Momento ascensor

Pocos momentos mas incómodos en la vida de un hombre que el viaje en ascensor. Pero mas molesto aun es la espera del mismo. Es una realidad que cada vez que uno esta en la planta baja el ascensor se encuentre en el piso cien y cuando esta en el cien se encuentre en la planta baja.  Pareciera que uno tuviera un radar anti ascensor incorporado a si mismo que siempre, indefectiblemente, lo hará demorarse en la espera del mismo. Infinidad de veces, a lo lejos uno divisa la luz que proviene del interior provocado por la abertura de las puertas y cree que por fin lograra tomarlo sin necesidad de esperar, pero no termina de pensarlo que al instante siguiente esas puertas se están cerrando con destino al piso quince. Así y todo nada genera mayor irritación que cuando parece que todos los astros se han alineados en la buena fortuna de uno y al lograr entrar al ascensor y marcar el piso diez este le responda con un: “ascensor bajando” al menos diez mil, incluso tocar el infierno y volver.

Durante toda la espera, se va acumulando gente. Colegas de edificio, clientes, desconocidos y hasta compañeros de oficina que uno no quiere ni saludar. Uno se va escondiendo entre la gente y trata de pasar desapercibido pero una vez dentro del ascensor no hay vuelta atrás. Tratará de hacerse el ocupado leyendo hojas que no se dio ni cuenta que están al revés, o buscara alguna charla o mensaje en el teléfono a la cual responder, pero todo es inútil. Nada lo salvara de tener que cruzar charlas de temas los cuales a usted nada le importan o siquiera tiene una opinión formada ni sabe. Entre las respuestas mas utilizadas estarán un “puede ser” o tal vez se arriesgue un “habría que pensarlo, son tantas cosas para tener en cuenta” pero nunca se afirmara o negara nada para no cometer el error de quedar mal parado frente a alguien.

El momento cumbre de la incomodidad se da al quedar mano a mano en el ascensor. Es imposible no cruzar palabra alguna. Uno siente la presión de la charla sobre sus hombros. Sabe que si no actúa de inmediato en cualquier momento, caerá el dardo envenenado con su nombre directamente a su cerebro con alguna pregunta estúpida referida al clima, que sea cual sea, siempre es motivo de charla. Otros temas que nunca fallan y dependiendo quien sea la otra persona son, el mal momento del país que pareciera que siempre se cae a pedazos o la situación de algún equipo de fútbol, generalmente uno de los denominados grandes.

Estas situaciones son inevitables y se dan varias veces al día. Las únicas soluciones para las personas altamente irritables y de poco paciencia son tomar las escaleras. Aunque subir mas de cuatro pisos por la misma no es recomendable. Podría ser peligroso para la salud e incluso terminar con la vida de alguno. O unos simples auriculares podrían ser muy útiles aunque no se tenga nada para escuchar, pero nadie desconfiara de usted jamas.

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